Blogia
Gnomos de ciudad

POESÍA: WISLAWA SZYMBORSKA

Emprendo este periplo acercando a los ciudadanos de la urbe algunos poemas de la gran poetisa polaca Wislawa Szymborska (Premio Nobel de Literatura en 1996).

FIN Y PRINCIPIO

Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas,
digo yo.

Alguien debe echar los escombros
a la cuneta
para que puedan pasar
los carros llenos de cadáveres.

Alguien debe meterse
entre el barro, las cenizas,
los muelles de los sofás,
las astillas de cristal
y los trapos sangrientos.

Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar un muro,
alguien poner un vidrio en la ventana
y la puerta en sus goznes.

Eso de fotogénico tiene poco
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra.

A reconstruir puentes
y estaciones de nuevo.
Las mangas quedarán hechas jirones
de tanto arremangarse.

Alguien con la escoba en las manos
recordará todavía cómo fue.
Alguien escuchará
asintiendo con la cabeza en su sitio.
Pero a su alrededor
empezará a haber algunos
a quienes les aburra.

Todavía habrá quien a veces
encuentre entre hierbajos
argumentos mordidos por la herrumbre,
y los lleve al montón de la basura.

Aquellos que sabían
de qué iba aquí la cosa
tendrán que dejar su lugar
a los que saben poco.
Y menos que poco.
E incluso prácticamente nada.

En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.

De "Fin y principio" 1993 Versión de Abel A. Murcia

 

SALMO

¿Qué poco herméticas son las fronteras de los reinos humanos?

¡Cuántas nubes vuelan impunemente sobre ellas,

cuántas arenas del desierto pasan de un país a otro,

cuántas piedras del monte ruedan por propiedades ajenas

dando provocativos saltos!

¿Tengo que enumerar, uno tras otro, a todos los pájaros al vuelo

o al que en este justo momento se posa en una barrera cerrada?

Aunque se trate sólo de un gorrión, su cola ya es fronteriza,

Pero su pico aún es de aquí. Y para colmo no se está un segundo quieto.

De los innumerables insectos me limitare a la hormiga,

que entre la bota izquierda y derecha del aduanero

no se digna contestar a las preguntas “de dónde”, “a dónde”

¡Ah, ver claramente, a un tiempo, ese completo desorden,

en todos los continentes!

¿No es acaso ese ligustro de la orilla opuesta

el que de contrabando pasa por el río una enésima hoja?

¿O no es acaso la atrevidamente manilarga sepia

la que viola la sagrada zona de las aguas territoriales?

¿Se puede acaso hablar de un cierto orden,

cuando ni las estrellas se dejan colocar

para que quede claro bajo cuál ha nacido cada uno?

¡Y no hablemos del censurable comportamiento de la niebla!

¡Ni del polen que surca las estepas,

como si nunca hubieran sido divididas!

Ni del sonido de las voces en las serviciales ondas del aire:

Chillidos evocadores y significativos gorgoteos.

 

Solo lo humano sabe ser verdaderamente ajeno

El resto son bosques mixtos, viejos topos y viento.

 

PARÁBOLA

Ciertos pescadores sacaron del fondo una botella.
Había en la botella un papel, y en el papel estas palabras:
"¡Socorro!, estoy aquí. El océano me arrojó a una isla desierta.
Estoy en la orilla y espero ayuda. ¡Dense prisa. Estoy aquí!"
-No tiene fecha. Seguramente es ya demasiado tarde.
La botella pudo haber flotado mucho tiempo, dijo el pescador primero.
-Y el lugar no está indicado. Ni siquiera se sabe en qué océano,
dijo el pescador segundo.
-Ni demasiado tarde ni demasiado lejos. La isla "Aquí" está en todos lados,
dijo el pescador tercero.
El ambiente se volvió incómodo, cayó el silencio.
Las verdades generales tienen ese problema.


De "Sal" 1962 Versión de Gerardo Beltrán

 

Más información y poemas:

- http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2344

- http://amediavoz.com/szymborska.htm

- http://www.poesiaspoemas.com/wislawa-szymborska

 

0 comentarios