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Gnomos de ciudad

RELATOS DE TERROR: Titanic versus Planet Terror.

RELATOS DE TERROR: Titanic versus Planet Terror.

          El blog de EP3 ha organizado un concurso tras lanzar una pregunta: ¿Cómo sería una versión de Titanic hecha por Quentin Tarantino?. Me he puesto manos a la obra y esto es lo que ha salido de la cabecita de un gnomo un poco contagiado por las películas de terror que se proyectan en los cines estos últimos años. ATENCIÓN: con este relato no se fomenta ni se recomienda la visualización de la película Planet Terror. Esa película sólo ha podido ser concebida por una mente tan salvaje, alocada y visceral como la de Robert Rodríguez y la compañía de Tarantino. No me responsabilizo de su visualización. Después de este consejo, he aquí mi relato:  

El Titanic había sido diseñado para ser el más grande y lujoso transatlántico jamás visto. Sólo algo sobrehumano, difícil de imaginar, podía llevarlo a pique. Había una gran expectación entre los pasajeros, habían ahorrado toda una vida para hacer ese viaje.

           Pero el cuarto día de viaje pasó algo muy extraño. Una vieja señora había sido mordida por una rata en Southampton. Parece que la rabia la había poseído y había tenido que ser reducida y maniatada por varias personas. Ocurrió en la zona de pasajeros de tercera clase.  Rápidamente, toda la zona en la que había ocurrido el suceso fue decretada zona en cuarentena según lo que ordena la normativa E1/9a en lo referente a las medidas antipandemia. La mayoría de los pasajeros de tercera clase fueron aislados en sus camarotes lo que produjo una sublevación colectiva.

 

Jack, pasajero de primera clase, se había enamorado de una jovencita de tercera, la bella Rose, desde la primera vez que la vio en cubierta. En sólo cuatro días, entre ellos había nacido una pasión indomable y pese a las habladurías y las malas lenguas de la gente, nadie los separaría jamás. En medio de la gran conmoción desatada por la misteriosa enfermedad de aquella vieja, Jack había podido sacar a Rose de allí. Ahora se encontraba a salvo en su camarote de primera.

 

Era ya el quinto día y algo terrible se estaba gestando en el barco. Corrían rumores de que en la sección de tercera clase ya no había ley ni orden. Se decía que centenares de bestias salvajes golpeaban la paredes de las estancias entre otros centenares de gritos de lamento y socorro. Rose tampoco se encontraba bien y Jack temía lo peor, ella también estaba infectada. De repente se escucharon gritos de terror, algo mitad hombre mitad bestia estaba escalando el casco de proa. El pasaje de tercera había conseguido saltar al mar y ahora reptaba por el casco directos a cubierta. Jack, al oír a aquellas horrible criaturas, no se lo pensó dos veces. Cogió en brazos a la moribunda Rose y salió a cubierta. Cogería un bote salvavidas y navegaría por aquellos mares hasta que alguien los encontrara.

Una vez fuera, el espectáculo fue dantesco, cuerpos con miembros amputados yacían en el suelo recién encerado. Pero algo pareció moverse con la velocidad de una gacela y de repente quedó inmóvil, allí, erguido. A Jack le fue difícil dar una respuesta razonable a lo que veían sus ojos, esa bestia con los ojos inyectados de sangre y cubierto de visceras era su hermano pequeño Peter.

Aquello destrozó a Jack: su hermano, ¿cómo había podido ser infectado? ¡Él era un pasajero de primera! Pero ya no era su hermano, era una bestia hambrienta de carne. Entre lágrimas y nauseas, se acercó al borde de la cubierta, su querida Rose también se convertiría en aquello.

Su hermano se acercaba hacia ellos mientras gruñía y gruñía frases sin sentido. Aún podía ver algo familiar en esos ojos de Peter y sintió nostalgia por lo que aquel alegre joven de 17 años había sido hasta hace poco.

Acorralado ya, frente a frente con su hermano, no disponía de otra opción. No podía ver convertida a Rose en aquello y se lanzó al mar cogido de su amada. El agua estaba helada pero aún así parecía  reconfortante viendo como en el barco, esas bestias sin corazón despedazaban a los pocos supervivientes. El frío poco a poco borró la expresión de horror de Jack. Abrazó fuertemente a Rose, aquellas aguas iban a ser su lecho de muerte. Pocos minutos bastaron para que aquellos dos enamorados vagaran por los mares, juntos, en aquel abrazo infinito.

 

4 comentarios

wtF? -

nada que ver

miranda brindar -

yo creo q esa terrorifica historia esta muy bien echa

Alicates -

Braindead, tu madre se ha comido a mi perro.

XXX -

Me encanta vuestro terrorifico relato; eso si es imaginación.
El blog esta muy bien
vivan los gnomos